Algunas veces, «necesitamos» esa canción para superar el día, para pasar el tráfico de la mañana, o para motivarnos durante nuestro entrenamiento en el gimnasio. Si bien estos son momentos en los que posiblemente necesitemos una motivación adicional, también necesitamos asegurarnos de que nos estamos llenando con sustancia, no (metafóricamente) alimentándonos con comida chatarra en cada comida.
Soy afortunada de trabajar en un ambiente de oficina relajado (relajado en realidad siendo sinónimo de aburrido). Estoy agradecida por el ambiente; definitivamente encaja mejor con mi estilo de trabajo. Puedo mantener un espacio de trabajo silencioso mientras completo proyectos y cumplo con los plazos. Sin embargo, este entorno también me permite reproducir música, escuchar podcasts, ver un poco de YouTube aquí y allá. Es por eso por lo que recientemente tuve que evaluar lo que estaba alimentando mi espíritu todo el día.
Mi Música
Día tras día conducía al trabajo con una lista de reproducción de mis canciones favoritas para animarme. Dependía de esta música para despertarme, animarme durante el día y hacer que el conducir fuera un poco más fácil (o al menos eso creía). Sacaba canciones de la misma lista de reproducción por la tarde, solo para un empujón adicional. Hay algo en el bajo en una canción que me pone en movimiento y enfocada.
Después de un tiempo noté mis respuestas duras a las situaciones, los pensamientos negativos que perduraban y mi disminución del autocontrol sobre mis emociones. Estaba leyendo devocionales en la mañana y orando por la noche, pero estaba viendo la basura con la que alimentaba mi espíritu burbujear justo delante de mis ojos.
El Remix
Lo primero que necesitaba mi atención era mi mente. Tuve que aprender cómo reemplazar los pensamientos negativos que permitía que circularan por mi mente. Esto requirió que leyera mi Biblia más de una vez al día, y que encontrara versículos de las Escrituras en donde me pudiera enfocar. Estos son mis versículos «guardias» cuando noto que mis pensamientos no son lo que deberían ser:
«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad», (Fil. 4:8).
«Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto», (Rom. 12:2).
Estos versículos me recuerdan apagar los pensamientos adversos y pensar en cosas que son hermosas, puras y agradables a Dios. Esta práctica me ayuda a enfrentar mis problemas con una actitud totalmente diferente. En lugar de enojarme y sentirme derrotada, puedo responder a esos sentimientos con lo que Dios dice sobre mi situación. Al profundizar en la Palabra, descubrí que mi capítulo favorito para leer cuando mi fe es débil es Mateo 8. Este capítulo contiene muchos ejemplos de los milagros que realizó Jesús, los cuales me sostienen.
Recalibrar mis pensamientos automáticamente provocó un cambio en mis palabras. Si bien el impulso de responder a las frustraciones en mi día con una mala actitud disminuyó, necesitaba respaldo espiritual. Cada vez que las cosas realmente me molestaban, tenía que repetir Su palabra antes de reaccionar. Estos versículos me sostuvieron:
«Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto», (Prov. 18:21).
«El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño», (1 Pedro 3:10).
Mientras que a veces parecía que me moría por decirles a las personas «lo que yo pensaba» y tener una respuesta a todo, la madurez en Cristo y la lectura de Su Palabra me calmaban.
Soltando el micrófono
Ahora mi despertador reproduce canciones que se enfocan en mi libertad en Cristo. Mientras me preparo, escucho podcasts de algunos de mis pastores favoritos o música de adoración. En el camino hacia el trabajo, escucho cosas que llenan mi corazón con la verdad de Dios. Durante mis períodos de inactividad en el trabajo, vuelvo a leer los versículos Bíblicos de mis devocionales de YouVersion. Tengo una lista permanente en mi teléfono que está estrictamente dedicada a la gratitud. Cada vez que pienso agradecer a Dios por algo, lo pongo en la lista.
También hay momentos en el día en los que escribo libremente en la lista, registrando de diez a veinte cosas a la vez. Esta rutina me ayuda a mantener el equilibrio espiritual y emocional, me ayuda a tener un mejor desempeño en el trabajo y también me ayuda a mantener mi relación con la gracia. Simplemente, monitorear con que alimento mi espíritu me ayuda a ser una mejor persona para mí y para los demás. Ser creativa sobre las formas en las que paso tiempo con Dios y reservar un tiempo específico para hacerlo fue una de mis mejores decisiones hasta la fecha.
¿Qué de ti? Me encantaría saber:
¿Qué música escuchas habitualmente? ¿Cómo afecta esa música tu estado de ánimo?
¿Cuáles son algunos pasos prácticos que puedes tomar para asegurarte de que lo que escuchas alimenta una actitud de Cristo vs. una mala actitud?
¡Cuéntame sobre esto en un comentario a continuación!
Fuente: https://www.avivanuestroscorazones.com/joven-verdadera/blog/hay-basura-en-tus-audifonos/
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